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Tuesday, September 05, 2006

Dí NO a los Concursos de Diseño

Una carta que AIGA facilita a sus miembros a la hora de decir NO altrabajo especulativo:

NOTA: Este documento es sólo una ayuda al momento de preparar unacomunicación para clientes que soliciten trabajos especulativos.Modifíquela según las necesidades de su situación particular.

Estimado cliente:

Nos hemos enterado que se encuentra en el proceso de elegir una firmade diseño para producir material de comunicación para su organización.Nos preocupa que su solicitud de propuestas incluya la solicitud deconceptos de diseño producidos de manera especulativa por parte de losprofesionales que está considerando.

Su enfoque compromete seriamente la calidad del trabajo que estásolicitando y también viola un estándar ético muy antiguo del diseñográfico como profesión en todo el mundo.

La AIGA desaconseja de manera vehemente la práctica basada en lasolicitud de diseños producidos y presentados de manera especulativa,como requisito para ser considerados dentro de un proyecto.

Hay varias razones para asumir esta posición:

1. Asegurar que el cliente reciba el trabajo más apropiado yresponsable. Un diseño exitoso es el resultado de un proceso decolaboración entre el cliente y el diseñador, al desarrollar unsentido claro de los objetivos del cliente, su situación competitiva ysus necesidades. Los concursos o procesos especulativos de diseño dancomo resultado una valoración superficial del problema y sólo puedentener como resultado un diseño que será juzgado de manera igualmentesuperficial. El diseño crea valor para los clientes como resultado deun enfoque estratégico del diseñador al interpretar los problemas onecesidades del cliente y sólo al final de este proceso resulta un"diseño". Los concursos de diseño especulativos o abiertos, basados envaloraciones superficiales de un problema no dan como resultado lamejor solución de diseño para el cliente.

2. Los diseñadores profesionales y capaces no trabajan gratis. Siempre que haya diseñadores deseosos de crear diseños en respuesta asolicitudes abiertas de trabajo sin ninguna garantía de compensación,existe el riesgo de que el cliente relegue sus decisiones en aquelloscon menos probabilidades de tener experiencia. Los diseñadorespreparados, solicitados por sus clientes, trabajan de acuerdo conestándares propios de la profesión. Con frecuencia, la elección de undiseñador con poca experiencia tiene como resultado un cliente que enalgún momento tenga que llamar a alguien más preparado para ejecutaralgun proyecto. Y claro, este cambio tiene como consecuencia gastosadicionales que tienen un impacto en el retorno a la inversión enservicios de diseño.

3. Solicitar trabajo gratis demuestra falta de consideración yrespeto. Pedir trabajo a cambio de nada refleja falta de respeto porel valor del diseño efectivo, así como por los profesionales a quienesse les solicita. Este enfoque, por lo tanto, se refleja en susprácticas y estándares personales y puede ser dañino para sureputación y la de de su negocio.

Hay muy pocas profesiones en las que a los candidatos se les pidehacer un trabajo primero, y dejen al comprador elegir cuál pagar.Imagine la respuesta de una docena de abogados si se les pidiera untrabajo determinado, y usted luego escogiera cuál usar y cuál pagar. O pídale a varios odontólogos trabajar gratis hasta que usted decidacuál le gusta más. Sabemos que hay algunas profesiones creativas conestándares diferentes, como la publicidad y la arquitectura, en dondelas cantidades manejadas son importantes y contínuas luego de elegirun proponente. En estos casos, usted no recibe un producto final (campaña o edificio) gratis como sí lo haría al recibir una solución de diseño.

Hay una manera adecuada de explorar el trabajo de varios diseñadores.Una manera más efectiva y ética de solicitar trabajo es pedirles a losdiseñadores el envío de muestras de trabajos previos junto con un documento acerca del enfoque que le darían a su proyecto. Así ustedcomo cliente podría juzgar la calidad del trabajo de cada diseñador ysu manera de pensar según sus intereses. Cuando escoja un diseñador,éste puede comenzar atrabajar en su proyecto diseñando solucionesestratégicas adecuadas a su criterio, contrato de por medio, sin tener que trabajar gratis de manera especulativa.

Si desea que trabajemos con usted en el desarrollo de un proceso quelo beneficiará al máximo y mantendrá los altos estándares queesperamos de usted y su negocio, por favor no dude en ponerse encontacto con nosotros. Hay muchos diseñadores en capacidad de darlesoluciones que excederán en mucho sus expectativas de acuerdo conpresupuestos y tiempos razonables. Al final, este enfoque le aseguraráun proceso más efectivo, profesional y rentable para todos losinteresados.

Apreciamos mucho su consideración de estas razones.

Cordialmente,[Nombre], AIGA

Fuente:www.aiga.org/resources/content/2/7/7/0/documents/aiga_standard_specletter.doc

Grupo de diseño Editorial: IMAGO Studium, Ernesto Gutierres Cortés

NOTA: Me pongo a sus servicios Rodolfo Ayala e-mail: rayalaluna_design@yahoo.com.mx

Wednesday, August 23, 2006

¿Será el fin de la discusión 'Libros o Internet'?

El Futuro del Libro: 'Líquido' o 'en Red'

Las discusiones sobre el futuro del libro se volvieron a calentargracias a un artículo reciente de Kevin Kelly, autor respetado entrelos digerati (intelectuales digitales). Llama a escanear los 35millones de libros existentes para que todos tengamos acceso a sucontenido. Una visión "no tan avanzada", si hemos de creer a BobStein, director del Instituto para el Futuro del Libro.

Toda la música ha sido digitalizada, pero "apenas uno de cada 20libros ha pasado de análogo a digital", explica Kelly. La bibliotecauniversal que permitiría que todos tengamos acceso a todo elconocimiento jamás publicado "carece de libros", y el ritmo actual dedigitalización de más o menos un millón por año no es suficiente.

Por esto, el ex jefe de redacción de Wired, para el cual ocupa hoy lasfunciones de "inconformista veterano", Kelly nos invita a "Scan thisbook!" (digitalizar este libro, todos los libros).
La versión digital de un libro es como su versión "líquida", explicaKelly. Permite fragmentarlo, remezclarlo (remix) como si fuera unapieza de música.

Más importante, "en la biblioteca universal, ningún libro será unaisla". Podemos poner vínculos entre ellos o agregar tags (etiquetas).Dos formas nuevas de crear relaciones explícitas. "El enlace y el tagpodrían ser dos de las invenciones más importantes de los últimos 50años", estima Kelly.

La novedad esencial, sin embargo, es la capacidad de abordar todosesos textos gracias a los motores de búsqueda que saben "domesticar elpoder de las relaciones". De ahí surge "una nueva cultura de interacción y de participación".

Las propuestas de Kelly fueron consideradas suficientementerevolucionarias para que New York Times Magazine las presentara en suedición del 14 de mayo como un "Manifiesto".

¿De dónde, entonces, provienen las reticencias de Bob Stein?
La noción útil, para él, es la de "libro en red".

"Hemos decidido hace tiempo ver el libro como un vehículo para movergrandes ideas", nos explicó por teléfono. "El objetivo es alentarconversaciones alrededor de esos temas".
Los grandes libros causan debates en cafés o salones, en forma deartículos o de otros libros. Pero, "hasta hace poco, lasconversaciones se mantenían afuera del libro", estima. Ahora, el libroen red permite que "los nodos de la conversación estén adentro".

Cita como ejemplo un libro puesto en línea por su instituto(futureofthebook.org/gamertheory), en el cual los comentarios aparecenal lado del texto en vez de estar en otro lugar o abajo.
"El sentido de estar adentro de un proceso dinámico es palpable",estima Stein, "da la sensación de compartir algo con el autor y con los demás lectores".

Algo semejante pasa con los autores que empiezan un blog y un libro ala par. "Piensan en voz alta, atraen a un pequeño número de lectoresque piensan con ellos".
"Ésta es una diferencia fundamental con el artículo de Kelly", meexplicó Stein. "Mi impresión es que su concepción del autor y dellibro son las mismas que en el mundo de la imprenta. Habla de búsquedacomo entrada, y de la posibilidad de remezclar. Es bueno, pero muymenor comparado con la evolución del papel del autor y de los lectores".

Lo importante es que esos intervengan. "Para lograrlo, el autor tieneque aceptar su participación creativa, no sólo como receptores, sinocomo participantes en la búsqueda del conocimiento".
Con esta participación de los lectores en el proceso de creación "loslibros serán mejores, tendrán una audiencia y seguirán viviendo".

Stein y su equipo del Instituto para el Futuro del Libro basado en laUniversidad del Sur de California están preocupados "por la reticenciapara discutir grandes temas" que detectan en la sociedad de hoy. "Ypor el momento no tenemos medios los suficientemente poderosos para lograrlo".

Los medios desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial "tienen un increíble poder de emisión (broadcast), que sirve para controlar laaudiencia y no para invitarla a abordar temas filosóficos". La internet permite que cada uno tenga una voz.
"Pero está siendo desarrollada cada vez más como un medio de emisión"(broadcast media). Stein espera que el "libro en red" contribuya adesarrollar nuevos tipos de libros "capaces de llevar a conversacionesricas e importantes".

Tanto Kelly como Stein caracterizan la digitalización del libro por suinserción en un universo relacional activo diferente del anterior.El primero insiste sobre el acceso universal al conocimiento y lasrelaciones entre libros, mientras el segundo valora más las relacionesentre la gente alentadas por los libros. Más que dos concepciones dela tecnología, son dos visiones de la sociedad.

Scan this Book (artículo de KevinKelly): www.nytimes.com/2006/05/14/magazine/14publishing.html
The Institute for the Future of the Book:
www.futureofthebook.org

Por Francis Pisani

Imago Studium Grupo de diseño Editorial
Ernesto Gutierrez Cortez

Friday, May 12, 2006

Periódico, perióóódico

El futuro del periódico

Parece ser que el futuro del periodico como empresa elpanorama seguira siendo similar a lo que conocemosactualmente, debido a que el formato utilizado desdedecadas anteriores hasta nuestros dias a perdurado, ysigue reforzando su efecacia y se ha actualizado auncon nuevas tecnologias, que mas que lo hallandesplazado se ha nurido de ellas, como son internet,radio y television, el periodico ha sabido moverse atraves del tiempo atendiendo las necesidades de cadalector y es ahi donde tambien gana terreno, sobreotros medios y se puede obtener informacion resumida ydetallada de algun evento de interes propio, y si bienel periodico ya no sera impreso, el esquema seguirasiendo similar.
Seguramente se seguiran manejandonoticias de actualidad, columnas de opinion, clima,horoscopos, carteleras de cine y hasta suplementos.Los diarios ya no existiran en algun tiempo en laforma que presentan en la actualidad pero suestructura para formarlos seguira siendo muy parecida,se reportaran notas, eso si de una manera masvertiginosa, el editor las revisara, tendra en cuentala linea editorial del periodico y el disenador tendrala tarea de dar ese lenguaje visual a las notasseguramente con otras herramientas, y tendra otrasplataformas donde visualizaremos noticias, perofinalmente seguira siendo un diario en forma.

Por Josué Martínez
"imago Studium"

Tuesday, May 02, 2006

Hablemos de Otro METRO

Que se pongan a temblar los periódicos, Llega a México METRO

Metro International firma un acuerdo de joint venture en MéxicoEtro International S.A. ("Metro"), el grupo internacional de prensa,ha anunciado hoy la creación de una joint venture en México, donde selanzará una nueva edición de Metro en la ciudad más grande del mundo,la cuidad de México, durante la primavera. Según, ZenithOptimediaestimó que en el mercado mejicano la publicidad en medios se valoró enmás de $3.7 billones en 2005 y que la publicidad impresa representó$917 millones.
La compañía Publicaciones Metropolitanas, S.A. de C.V. ha sido constituida como una franquicia en Méjico para lanzar el nuevo periódico. Metro controlará el 35% de esta nueva empresa, el otro 35%estará bajo el control de MXSHARES, S.A. de C.V., y 30% restante, pertenecerá a Inmobiliaria Torraco, S.A. de C.V. Metro justifica su interés en este sistema de franquicia, ya que recibirá las correspondientes cuotas.
La editora aportará a la jointventure, la concesión de la licencia para publicar las edicionesmexicanas bajo la marca Metro. Metro Internacional tiene la opción deaumentar su participación en la empresa en el futuro.MXSHARES es propiedad de un grupo de inversores, relacionado con GBM,Grupo Bursátil Mexicano, S.A. de C.V., que es una de las agencias devalores más importantes en Méjico.
Inmobiliaria Torraco es una empresa privada gestionada por Antonio Torrado, miembro de la familia Torrado que también tiene licencias de franquicia de otras marcas líderes mundiales como Burger King, Starbuck's y Domino's Pizza, a través dela empresa públicamente listada Alsea, S.A de C.V.
Pelle Törnberg, Presidente de Metro y CEO comentaba: "Ciudad de Méjico es una de las ciudades más grandes del mundo, y por lo tanto un lugar idóneo para Metro. Hemos estudiado el mercado mejicano durante varios años, buscando la estructura óptima para el desarrollo de Metro en unode los mercados de publicidad metropolitanos más grandes y con mayor crecimiento en América.
Ahora tenemos socios locales fuertes y conbuenas conexiones, lo que debería acelerar el desarrollo del negocio.Hemos disfrutado de un historial excelente en otros mercados sudamericanos y esta expansión extenderá aun más nuestro rotativa regional."

Ernesto Gutierrez Cortés
"Imago Studium"

Tuesday, February 14, 2006

Muerte del Libro ¿Qué?, ¿Qué?, ¿Quéééééééé?

La Muerte del Libro un Falso Debate

Esta recurrente discusión es en realidad un falso debate.
Philippe Ollé-Laprune

Desde hace algún tiempo, cada avance tecnológico en el mundo editorialhace alzar la voz a los agoreros que anuncian una vez más, como si delfin del mundo se tratase, la muerte del libro. Esta recurrentediscusión es en realidad un falso debate, ya que ni los editores,presionados por las exigencias del mercado a mantener surtidos denovedades los anaqueles de las librerías, ni el propio libro, unproducto cultural creado hace más de quinientos años que se mantienecomo uno de los principales fabricantes de sentido, se encuentranamenazados. Mientras este binomio sigue fiel a su propia inercia,quien despierta mayor temor por su futuro es el lector, esa figura poco estudiada cuyas motivaciones para acercarse a una obra continúan siendo oscuras.
Como editor, siento ya nostalgia del libro de tanto oír que es unproducto del pasado, afirmación que me causa un malestar extraño y meresulta inconcebible cuando entro en las librerías y corro el peligrode perderme entre miles de ejemplares. Esta sobreproducción permitetener numerosas opciones de lectura, pero también puede confundir, y aeso mismo está expuesta Internet al proponer nuevas formas de lecturaen un soporte que no tiene límites.
La industria del libro en Francia proporciona el doble de gananciasque la del cine, situación que se repite en muchos países. Cada año sepublican en lengua española cerca de setenta mil libros, inmensaoferta de la que no llegamos a leer ni una décima parte. Internet nodebería entrar en competencia con la edición de libros, ya que ambasobedecen a una misma lógica: ser accesibles, generar ganancias y multiplicar la oferta hasta la náusea.
En el futuro, lo más importante será encontrar filtros que funcionende intermediarios entre el editor y el lector, función de la queparece haber abdicado la industria por la necesidad de publicar; másque venderse, los libros deben estar disponibles en todos los puntos,lo que conduce a que las editoriales cumplan cuotas de produccióndonde la calidad deja de ser el objetivo prioritario. Los editores,una raza pasional que se ha visto obligada a dejar a un lado susinstintos, pueden llegar a confesar, cuando cae la noche y se resistena mentir (se), que de las ciento veinte novelas que publican al añosólo quince o veinte merecerían ser compradas, algo que nunca diríantras su escritorio, a plena luz del día. Esta situación es resultadode las transformaciones que experimentó la industria editorial en elsiglo XX, periodo en que la distribución acabó por imponerse sobre laproducción, y el criterio comercial avasalló a la creación literaria.En este nuevo orden económico, el editor pierde importancia y el marketing se vuelve el factor principal, lo que ha provocado quedurante las dos últimas décadas surja en la industria el fenómeno dela sobreactuación. Como si se tratara de una mala obra de teatro, loseditores sobreactúan ante el lector; dicen sin rubor, para imponerse ala competencia, que sus libros son verdaderas maravillas, a sabiendasde que es mentira. El problema más grave que afecta actualmente a laindustria editorial es su falta de autocrítica, su permanente autojustificación con el pretexto de que, si ignora las leyes del mercado,terminará por desaparecer.
Hablar de la muerte del libro es un falso debate porque su existenciase ve más amenazada por la sobreproducción de títulos que por losadelantos tecnológicos. Y aquí, de nuevo, su destino podría estarunido al de Internet, ya que ambos afrontan el mismo peligro: producirpor producir, sin coherencia y sin sentido. La ausencia de controlsignifica una amenaza para el espíritu humano, y más en una época degran confusión como la actual; por eso es necesario que en el futuroinmediato surja un nuevo profesional encargado de evitar que nosperdamos en un océano de palabras, pero por ahora los editores queconozco no parecen estar interesados en asumir esa función, queconsiste básicamente en leer, seleccionar y publicar, o bien eliminar.Quizá sea ésta la tarea de las próximas generaciones, más versadas enel uso de Internet, acostumbradas a consultar por Red lasenciclopedias y los catálogos de las bibliotecas; pero mientras llegael futuro —cualquiera que sea—, el libro seguirá vigente como producto cultural.
El gran paso pendiente en Internet es la autorregulación, algo todavíalejano en un medio que no ha encontrado aún su economía. Quizá eltiempo demuestre que esa gran libertad que sirve de fundamento a laRed significa también el mayor freno para su desarrollo. Entrar aInternet implica estar dispuesto a perder el tiempo, lo mismo queocurre al internarse en una librería, donde muchas veces se terminaencontrando algo no buscado, aunque extraviarse en la Red es muchopeor, el mareo aumenta.
Una pregunta pertinente en esta época que anuncia el fin del libro esla siguiente: ¿cómo se traduce en mi interior la lectura? Para muchaspersonas, el acto de comprar un libro implica apropiarse de la mitadde su sentido, cuando lo importante no es poseer sino atravesar laexperiencia del autor. Esa parte desconocida de la lectura, cómomodifica a quien la hace suya, habrá de ser transformada a fuerza porla pantalla. La evolución tecnológica hará de la lectura un acto mássubversivo debido a la imposibilidad de prever el encuentro entre ellector y los textos, a un proceso anárquico que muchas veces loalejará de sus objetivos. Decir que Internet es el medio democráticopor excelencia es una falsedad, porque se requiere mayor formaciónpara navegar por la Red que para circular por los pasillos de unabiblioteca dada la desorganización de su contenido. El lector delfuturo será interactivo, jugará con la pantalla en lugar de limitarsea construir sobre la hoja en blanco, proceso al que lo ayudará laestructura no lineal de Internet, la posibilidad de ir de un tema aotro y también de cambiar de identidad, lo que modificará sus referentes.
La pantalla es para muchos un soporte poco adecuado para leer novelas,por lo cansado que resulta, pero se ha revelado como un mediofavorable para la poesía, que requiere más tiempo para encontrar a suslectores y se mide por reglas no comerciales. La poesía, géneromarginado de la industria editorial, en la que sólo existe lo que sevende, puede encontrar en la Red un espacio de difusión, lo queexigirá adaptar su forma a las nuevas necesidades de la pantalla. EnFrancia, las editoriales reciben cada año un total de 300 000 manuscritos de poesía, de los que el 95 por ciento es de pésimacalidad. Ahora, la Red alimentará la ilusión de que los textoscirculan, al tener sus autores libre acceso al ciberespacio, pero elgran reto será dotar a la pantalla de orden y sentido. En el universoaún caótico de la Red, el lector no formado tiene que buscar lasherramientas que le permitan navegar sin perderse; si no, simplementese quedará fuera, en el umbral de la pantalla.
La industria editorial no está preparada todavía para incorporar a sucadena de producción las impresoras conocidas como DocuTech, creadaspor Xerox hace diez años, y que permiten hacer libros al momento porcontar con un archivo digital. Gracias a estas máquinas el autor sevuelve editor y difusor, lo que significa un regreso a la producciónartesanal, cuando un solo individuo asumía todos los roles, y tambiénuna posibilidad que la industria del libro se niega a aceptar. En Francia hay gente a la que se contrata para que, por ejemplo, le hagaa un familiar una larga entrevista, que luego vaciará y convertirá enlibro. Así, puedes publicar 200 ejemplares con la historia de tuabuelo o de tu madre. Esto tiene como positivo convertir el libro enun objeto más cercano a las personas, más cotidiano, pero comocontraparte existe el riesgo de que los escribientes, por usar lacategoría de Barthes, se sientan escritores, algo que no será posiblehasta que enfrenten la mirada del otro, en concreto, de quien muchasveces es el primer lector de un libro: el editor.
Modelos como EB Dedicated Reader y The Rocket Book, que permiten leercómodamente sobre la pantalla, resultan particularmente apropiados alsalir de viaje, cuando no se pueden llevar los libros que se deseaconsultar, o bien cuando se vive en lugares apartados donde esimposible hacerse de una buena biblioteca; pero el viejo soporte dellibro sigue siendo el mejor para disfrutar de la lectura.
Aunque pueda sonar agresivo, no hay duda de que el libro es unproducto elitista, surgido de un proceso autoritario: el autor decidequé escribir, el editor acepta o no publicarlo, el librero accede o noa venderlo, y el lector opta o no por comprarlo. En un país comoMéxico, que no ha logrado alcanzar el desarrollo esperado, el libro espara muchas personas un artículo inútil o de lujo, por lo que el papeldel Estado debe ser, en lugar de aumentar la producción o subsidiar alas editoriales, centrarse en la difusión a través del apoyo abibliotecas y librerías. En 1981, una encuesta mostró que el 36 porciento de la población francesa no leía un solo libro al año; 16 añosdespués, tras un programa de fomento a la lectura centrado en lasbibliotecas, el porcentaje había disminuido al 25 por ciento. Estosignifica que con voluntad se pueden ganar lectores, para eso senecesitan bibliotecarios formados que salgan a las calles en su busca,que organicen conferencias, lecturas, firmas de autores, de manera queel libro esté presente en la vida social de la comunidad.
Hasta hoy, no he escuchado de parte de los editores discursos muyconstruidos sobre la forma en que los avances tecnológicos incidiránen la industria del libro. Conozco a editores de muchos países y lamayoría prefiere negar la importancia de los adelantos tecnológicosantes que frenar su carrera de publicaciones. Lo único que hedetectado es curiosidad, la misma que manifiestan los lectores alperderse en el mundo sin fronteras de Internet.

Este texto es el resultado de una entrevista realizada por SilviaIsabel Gámez.

"Ernesto Gutierrez Cortés", ImagoStudium