Erik Spiekerman «Ante todo, un gran tipógrafo»
Enviado por: "Ernesto Gutierrez Cortes" imagostudium@gmail.com imagostudium
Dom, 17 de Feb, 2008 9:14 pm (CST)
Erik Spiekerman no sólo es un excelente diseñador sino, también, unorador dotado de una enorme capacidad de comunicación y persuasión,gracias a las cuales conecta rápidamente con la audiencia. Por ello,no hay conferencia, reunión o coloquio sobre diseño gráfico otipografía que no cuente con su presencia. Realiza entrevistas yescribe artículos para revistas como Baseline, Emigré o Eye, cargadosde sentido crítico, reflexión teórica y profundo conocimiento. Suinteractivo VizAbility dejó boquiabierto a más de uno por suconcepción rigurosa y su sencillez en unos momentos "y en el mediomultimedia" en los que, por lo general, la calidad se deja a un ladopara dar paso a la espectacularidad y al barroquismo efectista; peroSpiekerman es, por encima de todas las cosas, un gran tipógrafo.Nacido en Stadthagen (Alemania) en 1947 y dotado de una curiosidadinnata, Erik Spiekerman siempre sintió un especial interés por todo loque tuviera relación con el medio impreso; a los doce años, en elsótano de su casa, ya hacía sus primeros experimentos tipográficos.Más tarde estudió Historia del Arte en la Universidad de Berlín. En1973 se trasladó a Inglaterra movido, tal vez, porque siempre haconsiderado que Londres es la «capital gráfica del mundo».Durante siete años trabajó como freelance principalmente para WolffOllins, Henrion Design Associates y Pentagram e impartió clases detipografía en el London College of Printing. Durante aquellos años, larelación de Spiekerman con la tipografía se fue consolidando, en partepor su paso por el London College y, en parte, por su contacto con EdCleary, cofundador de la compañía tipográfica Filmcomposition, quienprimero fue su amigo y después su socio en la empresa FontShop,fundada por Spiekerman en Berlín a finales de los ochenta para ladistribución de tipos digitales.Por otra parte, a finales de los setenta, Spiekerman que durante losaños de estancia en Inglaterra no había perdido el contacto con supaís de nacimiento, comenzó a colaborar con la fundición tipográficaalemana Berthold AG. Su primer trabajo como diseñador de tipos lo hizopara dicha compañía. Se trató del redibujo de la tipografía LoType,que había sido creada por Louis Oppenheim. Mas tarde rediseñó otrastipografías, entre las que se encuentran la Block Italic y la BerlinerGroteske. Hacia 1979, Spiekerman decide abandonar Inglaterra y fundaren Berlín, con otros dos socios, su propio estudio: MetaDesign que,actualmente, es uno de los mayores de Alemania.MetaDesign concibe el diseño de manera integral y cuenta con un granequipo de diseñadores. Lo más llamativo de dicho equipo es sujuventud. Y es que Spiekerman prefiere trabajar con diseñadoresjóvenes y argumenta que, frente a los profesionales mayores yexperimentados, éstos hacen propuestas nuevas y frescas; propuestasque aquellos no se atreverían ni siquiera a sugerir porque andandemasiado ocupados en obtener beneficios económicos y en mantener unaposición que excluye cualquier trabajo con riesgo. Como contrapartida,sabe que los jóvenes son inquietos y se aburren con muchos de lostediosos trabajos que, a veces, necesariamente han de realizarse en elestudio. Por eso, MetaDesign trata de ofrecerles un ambiente agradableen el que se sientan a gusto con lo que hacen y les da la oportunidadde aprender.La filosofía del diseño de Spiekerman va más allá de la pura estética.Desde hace tiempo ha descubierto que los clientes se acercan aldiseñador con la intención de que éste les solucione un problemaconcreto y por ello, mostrar a ese cliente una carpeta de trabajos nosirve de gran cosa si no se le explica que mediante el diseño va amejorar su economía porque, entre otras cosas, va a gastar la mitaddel dinero que gastaba, eliminando cosas innecesarias y evitandoreimpresiones inútiles. Hay que localizar cuál es el problema de esecliente, aislarlo y colocarlo exactamente en su dimensión, pero paraello es necesario partir de que el diseño no es únicamente unacuestión de belleza, sino un proceso complejo. Quizá por esta manerade trabajar, MetaDesign cuenta con grandes clientes como BVG BerlinerVerkehrsbetriebe (la compañía berlinesa de transporte público), la WDR(televisión de Colonia), Philips, Levi Strauss Co., AEG, la editorialGruner + Jahr y el Museo Getty, entre otros.Claro que las apariencias engañan, porque estos clientes tampoco sonfáciles. Spiekerman es consciente de ello. No ignora que uno de losgrandes escollos a la hora de que un trabajo salga adelante es lapolítica interna de las empresas. Cualquier decisión ha de pasarprimero por distintas jerarquías, en las que se encuentran personascon opiniones totalmente diferentes e incluso contrarias, que en lamayoría de los casos se inclinan o no por un diseño en función de sugusto personal. Como casi siempre, el lenguaje que hablan losdiseñadores y el que utilizan sus clientes son completamentedistintos. Por ello, Spiekerman, desde MetaDesign trata deproporcionarles elementos con los que puedan distinguir lo que esobjetivo de lo que no lo es; quiere que aprendan y entiendan que haymuchas formas de ver las cosas y que éstas son más complicadas de loque parece a simple vista.Ejerciendo de educador, cuando tiene entre manos un proyecto, proponea quienes están implicados en la toma de decisiones pequeñosejercicios sobre el nombre de los colores o juegos en los que les hacepreguntas del tipo, «si la empresa fuese un animal, ¿qué animalsería?». Spiekerman intenta, pues, que los implicados en estascuestiones sean capaces de estructurar un sistema de valores que noesté sometido ni a su gusto personal, ni a las relaciones políticas dela empresa. Sin embargo, no siempre estos planteamientos funcionan,como lo demuestra la frustrada relación de MetaDesign con el DeutscheBundespost, el servicio postal alemán.Afortunadamente, de aquel tropiezo nació el primer tipo completamentediseñado por Spiekerman: Meta. Concebida como tipografía corporativapara dicha institución, la Meta surgió de los intentos de Spiekermanpara convencer al Deutsche Bundespost «el cliente más aburrido que sepueda imaginar», en sus propias palabras, de la necesidad de acabarcon el caos tipográfico que presidía sus comunicaciones: montones deimpresos realizados en infinitas versiones de una Helvética que enrealidad no es tal y que el diseñador alemán no ha dudado en calificarde «seudo-Helvética» . Para ello, sugirió que lo mejor era crear unatipografía nueva y exclusiva. En principio, el proyecto pareció queiba a salir adelante pero, finalmente, Spiekerman chocó de frente conel conservadurismo y la incomprensión. El Deutsche Bundespost decidióno dar el visto bueno porque consideró que el proyecto de MetaDesignproduciría desorden, cancelando así un trabajo que ya estaba en marchay en el que Spiekerman había invertido buena parte de sus esfuerzos.En alguna conferencia, el diseñador ha comentado con ironía la razonesdel rechazo: «no pensamos que fueran a introducir el nuevo tipo,porque era nuevo. Y todos sabemos lo que dicen de las cosas nuevas.Son revolucionarias y revolucionarios son los comunistas. Y loscomunistas están en contra de la libertad de empresa y bla, bla, bla.En fin, que aparentemente esta tipografía iba a minar las bases de lalibre sociedad alemana». Aunque no todo fue negativo. El desinterésmostrado por el organismo oficial permitió a Spiekerman utilizarlibremente la tipografía que había creado, relanzándola unos años mástarde. La retomó en 1989 y la digitalizó para poder usarla en lascomunicaciones internas de su propio estudio.Encargó, entonces, al holandés Just van Rossum, un «auténtico»diseñador de tipos, los últimos retoques que hicieron de la Meta unatipografía clara y flexible. Algún tiempo después, MetaDesign decidióincluirla en el catálogo de FontShop. Meta pasó a llamarse FFMeta ydesde entonces ha sido una de los tipos más solicitados por losdiseñadores, sobre todo de los Estados Unidos; por su ubicuidad hayquienes han dicho que era la «Helvética de los noventa». Como hastaaquel momento sólo se presentaba en las versiones normal, itálica ybold, hubo que ampliar la familia. Para ello, Spiekerman solicitóayuda a otro diseñador holandés, Lucas de Groot. Lucas de Groot creó,también bajo la dirección de Spiekerman, la tipografía Folha destinadaal periódico brasileño Dinheiro, rediseñado desde Berlín porMetaDesign entre 1994 y 1995. Meta y Folha responden a una manera detrabajar muy propia de Spiekerman.Cuando no encuentra un tipo adecuado a sus propósitos lo diseñaespecíficamente para el proyecto que en ese momento esté llevando acabo. Otra de las tipografías más conocidas de entre las producidaspor MetaDesign es la Officina. Fue un encargo de InternationalTypeface Corporation (ITC) y nació como una fuente intermedia entrelos viejos tipos característicos de la máquina de escribir y lostradicionales de imprenta. La idea de Spiekerman era crear una pequeñafamilia, legible y funcional, capaz de cubrir las necesidades de lacorrespondencia y la documentación generadas en una oficina. Officina,como Meta, ha alcanzado una enorme popularidad.Además de MetaDesign, Spiekerman lleva adelante una empresatipográfica independiente: la ya mencionada FontShop. En este caso,comparte sociedad con Ed Cleary en Canadá y con Neville Brody en elReino Unido. La trayectoria de FontShop refleja no sólo el amor por latipografía de Spiekerman sino, también, una de las cuestiones que másle interesan: la relación entre el diseñador y las nuevas tecnologías.Es, asimismo, un buen ejemplo de cómo en una organización puedenconvivir, sin restar unidad y aparentemente sin fisuras distintasmaneras de concebir el diseño.Dejando a un lado la creación y distribución de tipos, en los últimostiempos Spiekerman ha acometido un gran proyecto: el cambio de imagende la BVG Berliner Verkehrsbetriebe. Para ello ha rastreado suevolución desde los años sesenta, en la época de existencia del Murode Berlín, hasta llegar a nuestros días, cuando la compañía se havisto obligada a la reorganizació n de todo el sistema de transportes.Spiekerman es muy crítico con el diseño alemán. En alguna conferenciaha dicho cosas como que en Alemania existen dos estilos: uno es «eldiseño sin necesidad» que se hace sobre todo en la antigua Alemaniadel Este, un pastiche influido por el neocapitalismo y el otro, «laausencia de estilo por definición. Son los estándares DIN, en los quelas cosas son definidas, construidas por ingenieros más que pordiseñadores». Pero lo es también con el diseño en general y, sobretodo, con lo que se hace en el diseño dirigido al público; un públicoque tiene que enfrentarse cada día a una línea de autobuses, a un trenen el que no se ha señalizado o se ha hecho mal donde colocar lamaleta, etc...Con un gran sentido del humor, se burla de los estilos nacionales, alos que se refiere empleando términos tales como «pastiche nacional» o«prejuicio nacional», y explica con mucha ironía que, por supuesto, eldiseño italiano se caracteriza porque usa el mármol, todo es muygrande, muy elegante, muy romano y usa muchas letras capitulares; enel diseño francés predomina la forma de la oliva, y los ingleses sonindividualistas, informales y muy conservadores. Por su parte,Spiekerman ha desarrollado un estilo gráfico muy definido. Como eslógico, presta una especial atención a la tipografía, elegidacuidadosamente buscando en todo momento la claridad, pues trata depresentar la información de una manera sencilla para que al receptorle resulte en todo momento agradable de mirar y de leer. Cuida elespaciado entre palabras y el interlineado; preocupado por lapartición de aquellas y por la forma de las líneas, no suelejustificar los textos. Cuando juega con superposiciones, lo haceexperimentando con formas y colores pero no con efectos tipográficosque, para él, obscurecerían la información que se quiere transmitir.Suya es una frase que refleja bien su manera de pensar: «Legibilidadno es comunicación; pero para comunicar, el tipo ha de ser legible»,aunque también ha dicho: «El Mac nos ha permitido bajar al tipo de supedestal; nunca más habrá un tipo sagrado; podemos manipularlo, de lamanera que deseemos» y anima a los diseñadores a que hagan sus propiostipos.Pero hay algo particularmente característico del estilo«spiekermaniano» , ya desde su época de colaboración con Berthold enlos años ochenta: esas barras de color que sitúa en los bordes de laspáginas de una buena parte de sus trabajos. Ningún imitador debeolvidarlo. A su faceta de escritor debemos la «novela tipográfica»titulada Rhyme & Reason –A Typographic Novel, publicada primero enalemán en 1982 y después en inglés, en 1989, donde con humor exponesus ideas sobre la tipografía. En 1993 ha aparecido otro de suslibros: Stop Stealing Sheep & Find Out How Type Works, editado porAdobe Press. En 1992, Spiekerman fundó con Bill Hill MetaDesign Westen San Francisco y en 1995 ha creado una nueva «sucursal» en Londres.Ambos estudios forman junto al de Berlín un trío que, a pesar de lasdistancias, guarda una perfecta coherencia bajo la dirección, lametodología y el toque personal de Spiekerman.Por Raquel Pelta
Wednesday, April 23, 2008
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