Tres es la cifra mágica de Le Monde. Y la de su competidor Le Figaro.Liberation se renovó hace ya dos años y queda lejos de la moda del tres.
Tres eran tres las hijas de Elena y también las nuevas partes/áreas deLe Monde (L'Actualité, Decriptages y Rendez-Vous: noticias, opinión yanálisis, tendencias y revista), como tres son los cuadernillos de LeFigaro y tres los ejes del nuevo Guardian: noticias, crónicas yanálisis, y una revista diaria con acento en la vida privada.
Una revolución conceptual para uno de los diarios más elitistas,estirados y aburridos del mundo. Siempre me ha gustado la calidad desu información, me ha espantado su retórica (literaria y política) yme alarma su terrible pasión gala por el poder.
Pero han llegado a los tres conceptos que mandan en los nuevosdiarios: simplicidad, conexión con el lector (renovación participativa del contrato básico), atención a la vida privada.
Y sobre ellos: simplificación y compactar.
Hágale la vida fácil y atractiva al lector y se lo agradecerá.
El nuevo The Guardian se inspiró en Le Monde y el nuevo Le Monde seinspira en el remozado The Guardian. Tipografía egipcia, contraste ensanserif digital, maqueta reposada, ligeros toques estilo revistamoderna de diseño... Pero al francés le falta riesgo. Y dicen que elnuevo El País se inspirará en Le Monde, que para eso son accionistas ycomparten idelogía, valores, ambiciones y un poco de pesadez informativa y estilística.
Ahora Le Monde tiene fotos, color, una rejilla de cinco columnas,grandes infografías. Y lo hacen todo con esa solemnidad, con esa grandeur.
El responsable del cambio gráfico es Ally Palmer, diseñador deseado y,desde mi humilde punto de vista, sobrevalorado desde que pintó el viejo The Scotsman o aquel The European, la última aventura del malhadado Robert Maxwell, el magnate que no pudo ser.
Palmer es también el autor del último rediseño de Cinco Días y unoriginal suyo reposa en un cajón de Juan Luis Cebrián al lado de otrode Lucy Lacava, que por cierto su último The Sun (ha destrozado elmaravilloso equilibrio retro de Roger Black) más que recuerda a Diariode Noticias y la última renovación de Javier Errea.
Bueno, Le Monde está aggiornado, pero sigue siendo terriblementecoñazo e institucional. Nada que ver con la arrogancia provocativa eintelectual de The Guardian.
Por: Juan Varela
ImagoStudium, Ernesto Gutierres Cortés.
Sunday, November 27, 2005
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