Teorías de la mirada y la Visión
(parte 2)
Rudolf Arnheim en el pensamiento visual reconstruye la acción de la mirada en la exploración del mundo. Él dice: a través del mundo, vagabundea la mirada dirigida por la atención, focalizando la restringida gama de la visión, sobre distintos lugares, explorando para captar formas. Esto es un comportamiento activo que se interpreta como percepción visual. El pensamiento no va más allá de la percepción. Esta forma parte de aquel y viceversa, la percepción es la encargada de seleccionar el material cognoscitivo. Para este teórico y los gestaltistas la función de la mirada se basa en el cumplimiento de una percepción visual total, en la que las modalidades fundamentales para reconocer el mundo en su constante devenir son las siguientes: exploración, simplificación, esencialización, abstracción, análisis y síntesis, conforntación y combinación. El primer objetivo de una mirada es seleccionar materiales, escoger algunos de ellos y descartar otros. En el acto de la visión el hombre se transforma y transforma el mundo, del mismo modo quien se siente observado advierte un cambio perceptible en su condición, por la mirada.
La percepción visual subyace a un sistema de reglas, descubierto y estudiado por los filósofos de la Gestalt. La representación pictórica presupone siempre una presentación y transformación de la realidad; cuando nos encontramos frente a la naturaleza o creación artística se plantea el problema del reconocimiento, una mirada experta sabrá realizar un proceso de reconocimiento más sofisticado capaz de intuir informaciones ocultas ( luces, sombras, lejanía, cercanía, estaticidad y la movilidad de las formas sobre los significados menos obvios del contenido. Ante convenciones desconocidas, menor nivel de reconocimiento, y el reconocimiento se produce siempre mediante uno o más códigos.
Gombrich es el primero en estudiar y apoyar esta evidencia, su trabajo constituye el primer intento de elaboración de una semiótica del arte, la teoría de la representación que concibe demuestra que la mirada del artista, o los códigos que emplea se funda no sobre lo que ve, sino sobre lo que sabe. Por tanto se considera que el ojo y la mirada de todo ser humano ve aquello que fisiológica y culturalmente quiere ver.
Tuesday, November 29, 2005
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